Terapia Adultos

Adentrarse en uno mismo puede resultar todo un reto. En ocasiones, reconocemos la necesidad de cambiar, pero no sabemos cómo hacerlo. En otras, no sabemos muy bien el qué ni cómo, pero sentimos el impulso que nos lleva a buscar algo distinto. Sea como fuere, si te encuentras leyendo estas líneas, éste es un espacio para ti.

La mente y el cuerpo están conectados de tal forma que se envían información en ambas direcciones con el objetivo de ayudarte a superar las dificultades de la vida. A lo largo de tu historia, hubieron momentos en los que no pudiste o no supiste hacerles frente, porque eras pequeño y no tenías las habilidades suficientes, o bien, porque la vivencia era tan intensa que no podías asumirla. En cualquier caso, fueron experiencias que te sobrepasaron. Así mismo, aprendiste a leer el mundo cómo un lugar confiable o cómo un lugar peligroso o inseguro, en función del vínculo y de las respuestas que tus figuras de apego establecieron contigo desde los primeros momentos de vida, así como esa misma relación modelaba las bases con las que contaste al nacer para entender el mundo.

Tu mente y tu cuerpo se adaptaron aprendiendo y desarrollando estrategias de afrontamiento que te permitieron llegar hasta aquí, pero que dejaron una huella emocional en algún lugar de tu memoria. Hoy sabemos que esas huellas que albergamos en la mente y el cuerpo se expresan en el presente de diferentes formas. De manera que hoy podemos ver y sentir los síntomas de: tener ansiedad; pensamientos obsesivos que no logramos controlar; sentirnos tristes o con un vacío que no logramos llenar; sentirnos frustrados por caer en relaciones que no funcionan, y un largo etcétera.

La expresión del síntoma es el resultado indirecto de experiencias y vivencias que enseñaron a tu cuerpo y a tu mente a funcionar de una manera determinada. El tema es que hoy por hoy, necesitas una nueva manera de funcionar, un cambio que te permita aprender nuevas formas de entender y actuar.

La terapia ofrece un espacio seguro para explorar tu mundo interno, comprender tus experiencias y construir aprendizajes que transformen tu forma de relacionarte contigo y con los demás.